jueves, 3 de marzo de 2011

El Torso

Una mañana me levanto,
después de un poco placentero sueño,
y para saciar mi boca seca voy al refrigerador por un jugo de naranja,
y cuando abrí la puerta, ahí estaba:
un torso humano junto con una revista de moda y una pistola,
junto a la leche, y a un lado de los tomates.
Cerré la puerta, fingiendo que no vi nada, aún somnoliento.
Abrí de nuevo la puerta del mueble,
y ahí seguía.
Cerré de nuevo la puerta y me recosté en el sillón pensando
¿Qué hacía en mi refrigerador un torso humano?
¿Dónde estaban los brazos, las piernas? ¿la cabeza?
Tenía que ser de un hombre puesto que no tenía senos.
¿y si mi mujer lo usaría para algún guisado?
No, ella no cocina ni un carajo.
¿Qué hacía ahí?
No tenía razón de ser.
Volví al refrigerador para hallar más respuestas,
Y ahí seguía.
Cerré la puerta y me sobresalté.
¿Qué tal si es mío?
¿y si mi mujer lo ve y me reclama: “mira tus cosas, las andas dejando por ahí tiradas”?
Por mi salud mental decidí mejor volver a la cama y olvidar
un poco que había visto un torso humano junto a los huevos y la mantequilla,
esperando, prudentemente, que no sea el mío.

Photo: Cortesy of Suicide Girls (Ellierobyn - Pink Flower)

2 comentarios:

Ariadna Lira dijo...

impresionante, sorprendente, aunque no es sorprendente sorprenderse en tu blog, es un todo en uno.
Invita a todo este escrito, a volar en la imaginación al máximo.Leoncito no cabe duda que eres un gran artista.
Ah y por cierto, se que fue ayer y me acordé mucho de ti, muchos abrazos y aprovecho este medio para desearte que existan muchos días como el de ayer,que tengamos mucho León para que nos sigas llenando de dicha al leerte y al saberte creando,y que esta vida te llene de todo lo mejor.Abrazos.

Leo Hernandez dijo...

ayy Arim cuan felices me hacen tus palabras, claro que sé que no te olvidas. No hay problema, niña hermosa, recibo esos abrazos de manera gozoza. Te quiero muchísimo Ariadna, eso muy independiente de la admiración que te tengo, y espero que eso no se te olvide.