domingo, 23 de marzo de 2008

Samaria





Maldigo el instante en el
que te vi a los ojos...porque en es momento lo supe todo...
malditas sean las mañanas
que iluminan esa piel dorada...
explosiones en el aire...malditas las horas y los segundos...
eternos...la distancia, no...
mejor no sigo...porque cada que hablo de lo mucho que añoro tu aliento...me siento mas mal por ser tan pequeño a tu lado...
Digo una pendejada...y haces como que ríes...
suspiro, y sigo siendo pequeño...benditas sean las pieles
que arropan tu desnudez....tu, tu piel, tu piel, tu piel...cada corpúsculo,
cada filamento de fino bello dorado, cada folículo filoso...Dios sabe bien
que daría cualquier cosa por saborear aunque sea un centímetro cuadrado
de ese lugar, habitarlo, vivir ahí...morirme ahí...
"Es un pueblo por donde paso Jesús"
...no me asombra mucho, que por ello sea un lugar sagrado...
un lugar sagrado, tu piel...tus ojos...
Maldigo el instante en que te vi
a los ojos...por que en ese momento vi al universo...

Aquí, mi poema se vuelve difuso, incapaz de seguir,
Se da cuenta de su naturaleza y le causa conflicto...
sabe que cuando termines de leerlo, dejara de existir...
se quemara...y como a mi, le da miedo tu olvido.

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