lunes, 11 de octubre de 2010

Escribiendo un poema para Nancy



En tus sombras descansan
los restos del beso de madrugada,
robustas tus manos,
hombros, pechos,
delicioso camino,
y contar todos, y cada uno
de tus pliegues.
para siempre extraña,
para siempre anónima,
para siempre honesta
como un cántaro de agua fresca sobre la mesa.

En el anochecer de la verdad,
un poco,
mas bien,
todo me sabe a hierba...




2 comentarios:

Beatriz Estrada dijo...

Esa es la voz que me gusta Leo, creo que es la más honesta y conmovedora. Me gusta mucho el poema : )

¡¡FrEnEsYc-PsYcOdElYc!! dijo...

ohh caramba me dejaste sin palabras y con el corazón que late a mil por hora... gracias Leo por ser quien hace palpitar este corazón exánime.