viernes, 8 de octubre de 2010

Georgina


(parte I)
La advertencia
Escupiendo sangre
Y vísceras me encuentro
Doy gracias al Señor
Por todo este tormento.

Para que estemos bien
Siete segundos tienes,
Ya deja de leer esto
Que hoy será mi caída
Lo que te hiere…
¿No?
Esta bien...
Tu lo quisiste así
El repudio en pseudo arte
Esta vez, lo juro,
No prometo compensarte








(parte II)

El Asco
No es la oscuridad de tus ojos en una
Mueca estúpida,
Burlona,
Gestos de artificio de la vida,
Porque nada valdrá la pena para siempre.

No es eso amor.
Tú, culpable de tu contrariedad,
Altanera, hipócrita y mandona.

Es porque no eres Ella,
Sino la Incansable
Sacerdotisa del caos,
Que apuñalaste
Con la lengua de tu amante,
Esa hembra opulenta y suculenta,
Obesa de música

Pero no es eso.
Es el hecho de
Sobrevivir a la obscenidad
de tus muslos.
Graciosa imitación de Diosa.
Colores pastel adornando
El cadáver podrido
Que habita el fruto.
que soy yo,
Un cigoto feliz
Creciendo en tu naturaleza muerta

2 comentarios:

Ariadna Lira dijo...

Doliente.¿Recuerdas eso de "si la vida te da más de cinco razones para vivir, se forza la máquina"?Una sola razón tenemos para dejar de "compensar a alguien", para rayar su rostro en nuestra memoria.Una sola razón para vivir es sufieciente, la de muchos, incluyéndome, es morir con dignidad, solo así valdrá la pena la vida.
Vale la pena que deje de valer la pena.

Oso Blanco dijo...

Aplausos :P