miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Quieres ser pescador?

Cada uno
de los apóstoles
marcan la prosa,
como fuegos de artificio
en el soplo de mi corazón.
Y te hiciste a la sombra
como te hiciste a la mar.
El sol acaricia mi calva
empapada del calor entristecido.
Y me enfrento a tu azul,
embriagado de tu sol y tu luna,
yo ya no sé de la infancia,
Ni de los hombres.
¡Qué sé yo, si en mis venas
fluye la sal!
Y nadie me ha dedicado una poesía
ni una piedra.
En el azul, cada pez se funde con su nombre.
Y me desespero.
¡Valiente Pescador de hombres!
He sido el último en volver a la costa.
y agradezco al mar
de que hoy no me haya asesinado,
de lo contrario,
mi mujer se hubiera enojado mucho conmigo


Photo cortesía de Linda VonTeasse


2 comentarios:

Ariadna Lira dijo...

Me encata, me atrapa,simplemente delicioso en todo matiz de la preciosura, en sátira hermosa, en luminsidad.
Leonidas, cada día mejor,indudablemente.

Beatriz Estrada dijo...

¡me gusta mucho, amiguis! esa imagen del sudor entristecido y una piedra como regalo me conmueven mucho. Este tipo de poemas "seudoreligiosos" que tienes me gustan mucho.

abrazo ; )