miércoles, 29 de septiembre de 2010

Los cigarros del abuelo

Hay un gran debate sobre si la adicción al tabaco o al alcohol es mas una enfermedad que una decisión que tiene que ver con el gusto o la fuerza de voluntad. Yo no sé, pero cuenta mi padre que cuando él era niño el abuelo Don Chepo solía fumar cigarros Alitas, ésos de papel arroz, siempre después de comer, al llegar de un día de trabajo en el campo o de haber llevado a pastar a los animales.

- ande m'ijo vaya por mis Alitas ...
Mi padre entonces se apresuró a la tienda de la esquina, en aquel entonces costaban 80 centavos, y mi padre traía un peso.
Al regresar mi padre entregó los cigarros al abuelo:
- ¿y mi cambio?
- Es que ya cuestan un peso papá...
- Maaa ¡que diablos!
Y el abuelo jamás volvió a fumar en toda su vida.



El abuelo Don chepo y la abuela Doña Coquina en una de sus tantos aniversarios de bodas

1 comentario:

Ariadna Lira dijo...

Muchas enfermedades se convierten en placebos de la inteligencia.Son para ocuparnos en ellas y desperdiciar nuestra sagrada existencia.La gente de "antes"tiene capacidad de decisión, tiene fuerza de voluntad, algo que se ha ido desvaneciendo porque no es conveniente para "los otros".
Esos abuelitos son el tesoro de la humanidad.