viernes, 29 de octubre de 2010

Maldigo a la Poesía


Maldigo a la poesía
por ser una tía vieja,
solterona, pobre y amargada,
disidente profesional,
ebria por redención,
ésa es ella,
una regañona a la
que le siguen todos los gatos
por su curioso sabor salado,
como a mar.

Maldigo a la poesía,
porque por su culpa
mi padre tiene que
levantarse de su sillón
a ponerse de nuevo el uniforme,
y ¡Carajo!
salir de nuevo a trabajar
para mantener la casa
porque su hijo
no pude ni contratar
una prostituta travestí.

Maldigo a la Poesía
Una y otra vez.
Es un teatro sin actores,
una mesa de trabajo
con un tiburón de plastico,
un martillo de madera,
un rayo de bicicleta.
No Importa
si somos o no somos,
si decimos o no decimos,
sólo
queda
sugerir
(nos)

Foto por Humberto Landeros

2 comentarios:

Leo Hernandez dijo...

Claro que contiene una parte del Monologo de Shylock, a manera de tributo, no plagio.

Félix Rodríguez dijo...

Y COMO MUCHAS MALDITAS REALIDADES, ESTAMOS INMERSOS EN ELLAS. MALDIGO EL MAL DECIR QUE ME HACE DECIR LA VIDA EN VERSOS A VECES REBELDES CONSPIRADORES CONTRA ELLOS MISMOS.
QUE DE LA MALDICIÓN BENDITA NAZCA LA NUEVA VOZ QUE ENGRASE LA MAQUINARIA DE UN MUNDO QUE SE NIEGA A VIVIR.